Empatía, es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona. Un concepto de los muchos que se pueden encontrar.
Vivimos en una sociedad donde los valores y respeto pasan a ocupar un segundo plano. Se detecta que niños, adolescentes y profesionistas carecen de educación emocional, la cual se forja desde temprana edad en el hogar.
¿Pero qué tiene que ver esta introducción? Precisamente en preguntarnos en cuantas veces nos hemos puesto en el lugar de otro, en cuántas veces nos hemos puesto a analizar la situación antes de ser verdugos.
La educación en casa varia de una cultura a otra, por lo que es entendible la diferencia de opiniones, lo que no es válido, desde mi punto de vista, es el que perdamos la sensibilidad, el sentido humano ante una situación.
¿Qué hacer para ser empáticos?
Vincular nuestras emociones con sentimientos a través de un análisis a conciencia, para ello estaría bien considerar los siguientes cuestionamientos:
- ¿Qué haría yo?
- ¿Es algo bueno o malo?
- ¿Es correcto o incorrecto?
- ¿Y si me pasara a mí algo similar?
- ¿Qué siento al ver esta situación?
- ¿Conozco a alguien que esté viviendo lo mismo?
Actualmente se vive un sinfín de situaciones protagonizadas por el hombre, olas de violencia donde faltan palabras para catalogar actos inimaginables. Se escuchan tantas propuestas, tantas opiniones y diversas acciones con el fin de resolver los problemas sociales que vivimos a diario.
Nos falta ser empáticos… podemos empezar a ser mejores humanos, mejores con las personas que tenemos cerca: hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Quizá no cambiemos a nuestra sociedad de la noche a la mañana, pero podremos estar mejor que ayer.
