Ser homosexual es hoy día uno de los temas más controversiales entre las personas que componen los distintos sectores de la sociedad. Uno de los puntos más críticos en el análisis de este tipo es su naturaleza, por lo que resaltan las interrogantes: ¿Se nace siendo gay; es posible dejar de serlo? Ante este debate sale al aire un concepto que actualmente está de moda: la identidad de género, la cual va más allá de lo que el ser humano quiere o prefiere; sino que constituye el resultado de su historia de vida en el que confluyen múltiples causas.
Innumerables factores convergen en la orientación del individuo; entre los que figuran los de carácter hormonales, neuronales, químicos y ambientales. Cada uno de los anteriores por separado no garantiza la expresión de la sexualidad, sino que se necesita de una relación más o menos significativa, en la que predominan unos sobre otros. Ello nos lleva a reflexionar si vale la pena juzgar y exigir cambios que no se pueden articular, o si simplemente debemos aceptar como lo hacemos con otros fenómenos de la realidad en la que estamos inmersos.
La atracción sexual no es parte de un proceso de autorregulación en el que la voluntad ejerce un rol determinante; sino que es el espejo de los que somos, de la historia de vida, de nuestra personalidad. No decidimos quién nos gusta o simplemente no entendemos las razones; lo cual se debe a que no existe un proceso electivo que nos trace la ruta a seguir; sino que todo depende de la educación que recibamos, los patrones o modelos de género que tengamos, las experiencias vividas y la satisfacción de necesidades. Estudios recientes de la Asociación Americana de Psicología, apuntan a que el volumen, tamaño y densidad del cerebro juegan un papel significativo que nos direccionan a lo que nos gusta.
Quienes se sienten atraídos por su mismo sexo, de manera emocional y física, han tenido que enfrentarse a los prejuicios y tabúes de contextos ideológicos que con sus creencias generan culpabilidad y sentimientos de minusvalía. Lo necesario en este caso, debe ser la normalización de la homosexualidad, comprenderla y respetarla como parte de nuestra esencia.
La orientación sexual es el resultado de la plurideterminación de factores biológicos, sociales e individuales; lo cual no depende de la posibilidades electivas de hombres o mujeres; sino que es la consecuencia del cúmulo de vivencias que tenemos a lo largo de nuestra educación, en un mundo en el que los estereotipos de género y las falsas creencias estigmatizan, rechazan y tratan de nublar la esencia de cada sujeto, sin que medien sus gustos o con quién disfrute su intimidad.
28-06-2022
